Camilo García Lozano fue un gran restaurador que arrastraba clientela allá donde abría un bar o un restaurante. Su personalidad arrolladora hizo que sus seguidoras y seguidores vinieran de cualquier estamento o gusto establecido. Su repentino fallecimiento, en plena pandemia, nos dejaba sin aire y sembraba la tristeza entre sus parroquianos y sus trabajadoras y trabajadores. Su marcha, en plena pandemia de la Covid-19 impidió que la despedida merecida fuera posible. Tenía solo 57 años.
A iniciativa de Moha Khaloufi, un camarero emblemático que trabajó muchos años a sus órdenes, la viuda y el equipo le han hecho un sentido homenaje para despedir la temporada de terrazas.
En su último proyecto gastronómico, el Mirador de Camilo, Moha se encargó de proponer a sus compañeras y compañeros un acto sencillo de despedida, que compartir con los clientes.
Un gran cartel con la foto del gran restaurador y las frases que surgían del corazón de quien fue, según Khaloufi un amigo y un jefe incomparable. Los que compartieron el brindis en memoria de Camilo García Lozano, con su esposa Carmen.
De él todos recordamos que era como un Capitán de la Armada dirigiendo a sus marineros y arroces estupendos, tapas generosas y un talante muy serio pero que fue capaz de llegar al corazón de quienes le conocieron y trabajaron con él.
Descansa en Paz, Don Camilo, inspíranos desde el cielo para seguir disfrutando de tu recuerdo y de los platos y tapas que nos sugieras desde la eternidad.
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