La palabra Resiliencia deriva del latín "resilio" que significa ser repelido, rebotar, saltar hacia atrás. El termino surge de la Física y la Mecánica, de la Metalurgia, significando en estas disciplinas la capacidad de los metales para resistir un impacto y recuperar su estructura original.
También se usa en Medicina donde expresa la capacidad de los huesos de crecer en la dirección correcta después de una fractura. En los años 80 del pasado siglo la Psicología adopta el término con un significado que ya se puede deducir a partir de lo dicho. Qué interesante, ¿verdad?.
Ser resiliente sigifica REANIMARSE, AVANZAR DESPUÉS DE HABER PADECIDO UNA SITUACIÓN TRAUMÁTICA. Es decir, hay una adaptación positiva entendida como superación del trauma.
No les voy a decir que recuperamos nuestra estructura original tras el impacto como les ocurre a los metales porque no es así. Ocurre que nuestra estructura es biológica, formada por células vivas. Tras un trauma no volvemos a ser los mismos, pero esto no quiere decir que estemos estigmatizados, traumatizados de por vida, porque el trauma se puede superar. Ahí aparece la Resiliencia.
¿Y cómo hacer para conseguir ser resilientes?...
* Evitar ver las crisis como problemas insuperables.
* Aceptar que los cambios son parte de la vida, asumir la incertidumbre.
*Conectar con el exterior, no encerrarse. El apoyo social es fundamental.
* Mantener una visión esperanzada (todo depende del color con que se mira).
Y he dejado para el final el más importante: el arte de la SERENDITIPIDAD, que consiste en saber buscar los beneficios escondidos que hay en todas las dificultades. Cualquier adversidad puede transformarse y posibilitar el resurgimiento de la persona herida si ella misma y el entorno crean las posibilidades para resurgir. Esto último es muy importante.
Si,.ya sé que no es fácil. También nos parecía dificil montar en bicicleta antes de saber hacerlo. Pero ambas son habilidades, es decir, se aprenden repitiendo y repitiendo, poniéndolas en práctica. Seguro que hasta llegar a controlar la bici nos caimos y nos levantamos muchas veces.
Hoy quiero despedirme con unas palabras directas a mis paisanos. Recordarles esa sangre negra que corre por nuestras venas desde nuestros antepasados, negra como el carbón que día a día sacaban de la profundidad más oscura jugándose la vida. Hombres bragados los mineros de quienes descendemos. Conviene recordarlo porque tenemos una visión muy negativa de quienes somos, de quienes venimos, y de lo que somos capaces de hacer como ciudad (o pueblo, me da igual). Ahí está nuestra historia.
