Calor y vacunas

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Puertollano Magazine

Ecoembes

14Agosto 2021
Calor y vacunas
El verano de 2021 es uno de los más fríos del siglo. Decir esto en una semana en la que las temperaturas rozan los 45 grados, es como provocar a las amistades que están renegando de las canículas y las perseidas. No queremos que nos linchen ni siquiera mentalmente, pero es verdad. Eso sí, el calor mata más virus que el frío, que los conserva y los propaga. La Covid 19 es un coronavirus íntimamente relacionado con el resfriado común, aunque multiplicado por monstruosas cifras y secuelas. Ayudemos a la calima intensificando la vacunación de quienes quedan. Desechando bulos y acumulando inmunidad.
Sin embargo en Puertollano Magazine hemos apostado por hablar siempre bien. Lo que más nos ha costado en 2020 y 2021 ha sido dar informaciones intermitentes sobre la evolución de la COVID 19. No lo hemos hecho a diario. Otras compañeras y compañeros, en los medios de comunicación, se han encargado de contárnoslo con excelencia. La nuestra es una revista escaparate. Queremos hablar de lo que hace el bien, no de lo que hace el mal.

Se dice que la vacuna ha llegado demasiado pronto, que no se ha podido conseguir tan rápidamente. Efectivamente otras han tardado mucho más. Pero la explicación es sencilla: este virus afecta tanto a los ricos como a los pobres. No es una población marginal o estigmatizada la que lo sufre. Cuando ocurren estas cosas, el dinero no escasea y se dedica toda la inteligencia y la tecnología necesarias para buscar, probar y fabricar.

Precisamente la tecnología ha evolucionado imparablemente. Las vacunas precedentes tardaron más tiempo en desarrollarse porque no se puede comparar un laboratorio de ahora con los de hace un siglo, ni siquiera con los de hace cuarenta años. Y aun así, con una efectividad de porcentaje inferior, han conseguido atenuar y erradicar un sinnúmero de enfermedades que han sido plagas. Gracias a ellas miles de millones se han ahorrado el sufrimiento y la incapacidad.

La conspiranoia y la desinformación podrían rozar lo ilegal, pero la eficacia que intuimos destruirá la desconfianza. Seguro. A seguir vacunándose. La inmensa mayoría de las víctimas de esta última ola no habían querido vacunarse. Nuestro futuro está en esos pinchazos. Ya se ha demostrado que la eficacia es mayor incluso de lo que se esperaba. Ayuda al bochorno y vacúnate, un efecto secundario no es una muerte por fallo multiorgánico.
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