El Corondel no tiene quien le escriba

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Puertollano Magazine

Ecoembes

01Febrero 2019
El Corondel no tiene quien le escriba
Aunque ya no hay columnas ni quienes retraten sus separaciones, la fiesta de la Prensa de Ciudad Real sigue siendo la imagen y el formato de unos profesionales que luchan entre redes sociales y falta de cariño. A veces, nos quedamos enredados en nuestras propias terapias grupales, otras, en cambio, tratamos de superarnos a nosotras y nosotros mismos.
Prensa, lo que se dice “prensa”, no hay, en la provincia de Ciudad Real, más que las planchas del diario “La Tribuna” y el semanario “Lanza”, de la institución provincial, o sea, de la Diputación. Prensa siguen siendo las pocas imprentas de esta tierra castigada por los elementos y varias editoriales que insisten en poner en papel lo que los demás destierran de la “red de redes”.

Prensa es, en nuestra comarca, “C y G”, “Ediciones Puertollano” e “Intuición”. Prensa son las planchas que hacen tiradas de impresión, pero no las que se valen de los instrumentos de la virtualidad. Lo demás puede ser información, infundio o intoxicación, pero nada más.

Un miércoles, a 30 de enero, más o menos coincidiendo con la onomástica en el calendario de san Francisco de Sales, aparente patrón de este trabajo tan mal remunerado, en Ciudad Real se citaron las madres y los padres de una profesión que subsiste a base de esperanza y pocas exigencias nutritivas. Se aprovechaba para dar los premios a quienes, a juicio de l@s compañer@s habían merecido una distinción que les animase. También es posible que estos galardones nos animase a tod@s l@s demás. El caso es que los rótulos en las mesas que sirvieron de sostén a una cena copiosa y estupenda, reflejaban nombres y realidades que la mayoría de l@s asistentes no fueron capaces de reconocer.

Entre tantas personas con las que hemos compartido la ilusión y la desdicha de dedicarnos a escribir, locutar, redactar o grabar en sonido o imagen la sucesión de acontecimientos de cada día, fuimos felices por poder reencontrarnos o simplemente recordar ancianas vivencias de quienes podemos haber perdido la ilusión por poner nuestra vida en juego ante fuegos o disparos de cualquier procedencia.

Pero también hubo palabras con las que revivir la memoria de los muertos por intentar informar, por salir de la nada de los poderosos o los traficantes, por anunciar la buena nueva de la libertad de expresión… Profesionales así solo se hallan en la medicina o en la artesanía. Y entre todos los devotos provinciales, Puertollano sonó con la rotundidad plena de quienes saben lo que es penar entre los arenales de las dificultades propias.

Porque todas y todos sabemos que en verano cualquier gallina que ponga un huevo de dos yemas en el Valle de Alcudia puede ser la noticia con que se abra un telediario. Porque de sobra es nítido que luchar contras las redes sociales y sus chismorreos puede ser perjudicial para la salud personal o periodística. Porque estamos hartas y hartos de que alguien diga que tenemos derecho a publicar nuestras propias noticias o a hacer campañas publicitarias de amigos y deudores.

¿Hay alguien que predique que se puede operar su propia apendicitis? ¿Queremos manufacturar nuestras bombas atómicas? ¿Tienen autoridad para impedir que manufacturemos nuestras armas biológicas personales? ¿Puede un trabajador dejar que cualquiera haga su masa y ponga sus ladrillos, o diseñe una arquitectura como le salga de sus santas narices?

Si cualquiera dice que sí, es hora de rajarnos las venas. Sabemos que no es posible la libertad de dictar las propias leyes o sentenciar a un sospechoso y menos conseguir que nuestras apetencias sean aprobadas aunque signifiquen que podemos hacer lo que deseemos.

Es necesario dejar que los profesionales nos informen, acudir a las fuentes de los que saben contar lo que investigan, de los que hacen periodismo, información, consulta, divulgación o crítica. El derecho de la autodeterminación del ser humano no puede ser la moneda de cambio de caprichos o fuerzas que no están al alcance de todos.

Puertollano, sus informadores, los artífices de una historia de conocimiento interminable, estuvieron en la Magestic para compartir la docencia de sus propios currículos. Celebramos el premio de Repsol Petróleo, corazón de hidrocarburos y electricidad en el alma de hierro de la Ciudad de la Energía. Es cierto que hemos dejado las planchas tipográficas, las encuadernaciones, las tramas y el diseño de páginas y pistas. Es cierto que los revox y las cintas abiertas o cerradas han dejado paso a canales informáticos de rapidez vertiginosa, es cierto que los chicos y las chicas que nos van a relevar de inmediato no sabían lo que es un corondel. Ese era el nombre, insisto, de la mesa en la que nos sentábamos los mineros en ese entrañable instinto culipardo.

Estamos orgullosos de que el premio audiovisual lo hubiesen obtenido Ana y Paco, a los que tanto cariño profesamos. Nieves Sánchez fue la ganadora por el trabajo titulado “Mi vida sin mí”, dedicado a quienes han sobrevivido y recuerdan a las víctimas de la violencia de género. Es el mejor homenaje a Silvia Fernández Pacheco, una voz amiga que siempre me habló con el mayor cariño. Y también de Repsol Petróleo Puertollano, porque hay que agradecer el temperamento de una gran multinacional en cuento al cuidado y al respeto por la veracidad y la transparencia de sus políticas empresariales.

Emocionados estuvimos todos, junto a Mar Torrijos, la honorable y amada presidenta, o a Laura Espinar, que demostró que en el diario institucional se sigue haciendo el mejor periodismo. O con Ana Barcenilla, que continúa ejerciendo de musa y cómplice con todos los que hemos ido con ella a convocatorias y sucesos. Estamos orgullosos de recordar a Soqui Silveira y Emilio Arjona, que no pudieron brindar con la concurrencia pero que nos observaban desde la Inmortalidad.

El progreso e Internet nos han traído paro y oportunidades. Esto es Puertollano Magazine, revista online que teme y aprovecha las corrientes favorables de un negocio imprevisible. ¿Qué vamos a decir nosotros? Pero ahí estaban Javi Flores y “Millenium”, Juanma Romero y “La Voz de Puertollano/COPE”, Graci Galán de “Lanza”, Diego de “La Tribuna”, Ana, Paco y Truji de “CMM”, Juanra Levia y Paco López de “Radio Castilla-La Mancha” y Pepe Serrano, que se burlaba desde su tribuna de Decano, sobre la ignorancia de l@s jóvenes sobre el nombre rebuscado de nuestra mesa entre tantos queridos comensales. No estuvieron la SER, La Comarca de Puertollano y Oretania por los infames y maravillosos horarios en los que tienen la suerte de ser primeros en hablarnos, escribirnos y alertarnos.

Mario Sánchez Peco y servidor, protagonistas de este escaparate donde estamos haciendo el contraperiodismo (sólo ponemos proyectos y buenas noticias, que nunca son noticias, según el arquetipo legendario) queremos retratar esta relación interminable que tiene que ser el fundamento de un porvenir muy difícil pero lleno de retos, trabas e ilusión. Porque queremos escribir, redactar, hablar, pregonar y montar noticias y argumentos que sirvan para construir el futuro.

El corondel o la corondel, es la regleta o tipo alargado y sin entintar, que sirve para separar las columnas en un periódico o revista. A veces está insertado como una línea que sí se imprime para remarcar un apartado gráfico que hay que resaltar por la relevancia del autor o el contenido. Corondel, en la radio, se llamaba, en los tiempos heroicos de Radio Popular, el silencio entre dos espacios radiofónicos, en los que podía, o no, haber un jingle o promo de la propia emisora o una inserción de caridad.

Lo dicho. Larga vida a la información, a la cultura y a la libertad, aunque la prensa sea una simple palabra con la que definir lo que no sabemos cómo.
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