Máscara sobre mascarilla

Evidentemente, a nadie se le puede impedir que se disfrace para ir a la compra, a hacer running, a pasear o a poner gasolina en el vehículo. Claro que esto va a poder llevar a cabo manteniendo las distancias de seguridad, las medidas de higiene y el sentido común. Los niños en las escuelas lo están disfrutando. Y, recordemos, no hay mayor deseo de celebrar algo que cuando te lo prohíben, aunque las tiranas sean las medidas y restricciones de la alarma sanitaria.

Con los bares abiertos, evidentemente contentos pero comedidos, tendremos que salir como cuando éramos niños. A disfrutar el pregón, el pasacalles el desfile y la máscara callejera. La mejor. Los mayores ya han preparado en sus Centros algo increíble y están tan contentos. Pero vamos a dar las recomendaciones para vivir el carnaval en grupos pequeños y con toda la cabeza del mundo, con un buen disfraz o un arripecio.

Se entiende por espacio al aire libre todo espacio no cubierto o todo espacio que estando cubierto esté rodeado lateralmente por un máximo de dos paredes, muros o paramentos.
Demos un respiro a jugueteros y hosteleros. Disfrutemos con respeto y cuidado pero con toda la libertad que nos da haber sido tan responsables durante tanto tiempo.

Diviértete con mascarilla, también debajo de la máscara. Conjunta el antifaz con la quirúrgica o la FFP2 y adáptala con imaginación. Disfrázate con seguridad, con tu gel hidroalcohólico y con el buen juicio que siempre hemos tenido las carnavaleras y carnavaleros.

Viva el Carnaval 2022, que Doña Cuaresma ha durado casi 2 años. Con este conjuro terminamos con la Ómicron y con la Omega.