San Antón y los "otros" miembros de la familia

síguenos en redes:
Puertollano Magazine

Ecoembes

17Enero 2022
San Antón y los "otros" miembros de la familia
Según la tradición popular, el 17 de enero acaban las Pascuas Navideñas. Se conmemora la fiesta de San Antonio Abad, uno de los padres del monacato, el eremitismo y el ascetismo cristiano. Y los animales se bendicen, ahora amparados por la ley, como lo que han sido siempre: miembros de la familia.
Al parecer vivió en Egipto y se retiró a los desiertos como Simón y otros hombres y mujeres que se habían hartado de los excesos de las ciudades o querían huir de sus propias debilidades o terrores, que suelen ser causa común de la mayoría de los huraños a las personas que llevan a la práctica su desdén por los seres humanos y las interacciones entre todos.
Evidentemente, cuando uno se retira del mundo, la soledad también puede ser mala consejera, espiritual y carnalmente hablando.

Por eso, la hagiografía siempre incorpora la ayuda milagrosa de la divinidad a estos santos a través de unos emisarios humildes e inconscientes: los animales. A san Antón, apócope castizo que en Castilla, León, Navarra y Aragón se dio a este abate desértico, por lo visto le acompañaba fielmente un perrillo o un lobezno que se le apegó entre dunas y oasis. Aparte de no probar la carne, salvo la de insectos y sabandijas, así como la miel silvestre, el venerable padre sentía una especial ternura por los irracionales. Un cuervo le alimentaba con tortas, posiblemente robadas en algún horno cercano, así como algún que otro queso que compartía con el eremita. No sólo la inteligentísima ave quedaba absuelta del hurto, sino que Antón la bendecía, igual que al resto de los seres no pensantes que le acompañaban en su abandono del mundanal ruido, como un cerdo, que se libró de la matanza por la frugalidad del asceta. Por eso se convirtió en el patrón de los animales.

Hay otros grandes santos que comparten este patronazgo sagrado. En los países germánicos y anglosajones, así como en gran parte de Italia, independientemente de la reforma o no de sus respectivas iglesias, se sigue venerando a san Guillermo, al que una loba le acercó sus cachorros enfermos para que los curase. Por lo visto, hacía lo mismo con cuantas bestias y rebaños le llevaban los parroquianos en caso de estar malos. No digamos del rabicorto bretón de san Roque o de san Martín de Porres, que juntaba en el plato a un perro, un gato y un ratón.

Y así, estos hombres buenos y algo legendarios, se hicieron abogados de los amigos peludos. Bueno, peludos, escamosos, plumíferos y pinchosos, porque hemos añadido mascotas como reptiles o erizos, además de peces e insectos, a las criaturas que conviven con nosotros en casas, granjas y campos. 

La intercesión de los santos por los animales no es cuestión banal, porque además de la compañía y el calor que nos han dado desde tiempo inmemorial, la invención de la ganadería hizo que su trabajo, su carne, la leche y los huevos, hizo que de ellos dependa para siempre el porvenir del ser humano. Por eso no es extraño que esta conmemoración de san Antón, con sus panecillos místicos, su perrito o su guarrillo y el buen talante que tenía a pesar de su dieta tan frugal, le hicieran imprescindible para todos los que basaban su supervivencia en las labores o los alimentos de su vida diaria.

Aunque ya se ha perdido notablemente el número de reses de labranza, mucha gente, sobre todo los más pequeños, llevan a la bendición a sus mascotas, pálido recuerdo de cuando en esta fecha se hacía fiesta de guardar y entrañable encuentro entre personas y animales. Por eso quiero dedicar este comentario editorial a las asociaciones que defienden a los animales y a todos los que hemos sentido nuestras pérdidas como las de cualquier otro familiar.
San Antón de Almodóvar del Campo
Comparte esta publicación


 
Política de Cookies
Utilizamos cookies propias para el correcto funcionamiento del sitio web, y de terceros para realizar el análisis de la navegación de los usuarios. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí. Aceptar