Los incendios, sobre todo de pastos y monte bajo, han sido el pan nuestro de cada día durante muchas semanas. Aunque ahora van disminuyendo, a la vista de los trágicos fuegos que se han producido en Cataluña, hay que extremar la vigilancia.
El ayuntamiento minero no quiere quedarse corto en la información a la ciudadanía, que es la mejor forma de evitar los fuegos que devastan los espacios naturales de la ciudad y su comarca. Es un esfuerzo de la concejalía que mejora los resultados año tras año. Aunque nunca se puede bajar la guardia.
En Castilla – La Mancha está prohibido hacer fuego en los espacios naturales desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre. Por eso hay un dispositivo de vigilancia, a cargo de protección civil en la dehesa boyal de Puertollano, los montes circundantes y la sierra. Además, la policía sigue de cerca la pista de presuntos pirómanos que podrían acabar en la cárcel.
Es fundamental no hacer fuego, evitar fumar en los bosques y zonas de pasto, así como asegurarse de que los cigarrillos, cerillas y encendedores que se tiran están bien apagados. Esto también vale para los conductores. También se recuerda que las basuras, desperdicios y cristales degradan el bosque y provocan incendios.
En caso de incendio se aconseja respirar siempre con un pañuelo que tape boca y nariz. Si no se ha apagado nunca un fuego, no hay que ponerse a hacerlo. Conservar la calma, obedecer instrucciones y vigilar el viento, que puede hacer que las llamas cambien de dirección. Si el fuego acosa, no se debe huir hacia barrancos, hondonadas ni agujeros, sino llegar a carreteras, caminos y sitios altos y despejados de vegetación.