Jesús Fabián Caballero Buendía, concejal del ayuntamiento de Puertollano, amigo hermano, portero y capitán de mi Calvo y mi Puerto, se merece no solo el cariño que le tengo desde que no contaba con más de 13 años y que tiene que repartirse con su adorada madre y sus hermanos que son míos no por la sangre, pero sí por la predilección y el apellido. Jesús, que ha sido siempre Chinín en las crónicas deportivas y Chini para los amigos, es ahora padre de una Valeria con cara de ángel y belleza similar a su madre (mi Beatriz idolatrada), además de haber luchado con ardor y pasión por Puertollano a través de su “Cuenca Minera” que es la nuestra y un trabajo incansable en las cosas que le ha encomendado la ciudadanía a través del Consistorio.
Como sabio hostelero que ha tenido que sufrir los embates de la crisis, la incomprensión y las modas, ha defendido siempre a una profesión que, año tras año, ha rebajado las cifras del paro y aumentado el trabajo y las cotizaciones de mucha gente joven que podría haber tenido que abandonar sus estudios si no hubiera contado con unos ingresos extras. Ha luchado, mientras renunciaba a sus propios negocios y a la profesión de maestro para la que su genética le había predestinado, por preservar el futuro de una población a la que muchos de sus miembros menospreciaban e insultaban. Como en Puertollano Magazine solo se puede hablar de lo bueno y poner en positivo cuanto existe en la Ciudad de la Energía, compartimos con él la esperanza en el futuro y la defensa a ultranza de lo que somos, que es lo mejor del mundo.
No siempre secundado por algunas personas que él creyó siempre amigas y defendió sin fisuras, un buen día, desde la corporación de la que forma parte, convirtiendo en cómplices a muchos escépticos, promovió el Puertollano Winter Festival. Con el paso del tiempo, esta convocatoria musical, proyectiva y resiliente se ha hecho preceder del Pre Winter, Casi Winter, Winter y, seguramentePost Winter. Estas, aparentemente sencillas añadiduras a un proyecto verdaderamente llamativo, se han convertido en un acto social de primera magnitud en la Ciudad Industrial. Varios locales que han atendido, primero con reticencias y luego con veneración, esta posibilidad de compartir y publicitar actuaciones musicales de primer orden, con grupos, bandas y solistas locales y comarcales, han visto como, semana tras semana, sus pistas y dependencias se llenaban de un público que, si no se lo creyó al principio, ahora está esperando mucho más.
La movida, la gente, las visitas, la afición y el movimiento económico que representa esta bendita ocurrencia de Jesús Caballero, secundada por sus compañeros del gobierno municipal y atendida por los empresarios de Puertollano, hacen que nos pongamos de rodillas (figuradamente en la mayor parte de los casos) para pedir que otras formidables iniciativas tengan la misma acogida y proyección.
Participemos, no olvidemos que la Ciudad del Carbón y el Sol ha sido siempre pionera en la cultura, la marcha y el ambientazo de toda una provincia que parecía habernos superado. Es economía y poder para el empresariado local. No son sólo copas, son raciones, alojamientos y ropa en caso necesario. Podemos soñar (o preparar) el Spring, Summer, Autumn Festival.
Porque somos adictos a decir que no hay nada mejor que esta idolatrada ciudad y su comarca.
