La alcaldesa, Isabel Rodríguez, ha presidido la reunión telemática de seguimiento del V Convenio del Plan de Emergencia Exterior en la que se ha hecho balance del estado de actuaciones e informe económico del anterior plan durante el pasado año.
Asimismo se han planteado las diversas propuestas que se incluirán en el actual convenio que se desarrollarán dos años (2021-2022), en la se priorizarán la comunicación y formación a los Cuerpos de Seguridad, Emergencia y la ciudadanía en general, explicó la concejala de seguridad, Ana Belén Mazarro.
Una videoconferencia en la que han participado el director general protección ciudadana, Emilio Puig; el director de servicios de emergencia y Protección Civil, José María Ramiro; el director provincial de hacienda y administraciones públicas, Francisco Pérez y representantes de Repsol Petróleo, Repsol Química, Repsol Butano, Fertiberia y AirLiquide, entre otros.
Tres años de vigencia del V Convenio
El V Convenio del Plan de Emergencia fue firmado el 9 de diciembre del 2019 con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2022, con una aportación económica de 200.000 euros (60% del Gobierno Regional y Ayuntamiento y un 40% de empresas del Complejo Industrial).
La Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas con este convenio se encarga de desarrollar simulacros de activación del PEEP, que han de servir especialmente para comprobar el nivel de respuesta y el grado de formación adquirida por parte de los grupos operativos ante una emergencia y adquisición de material necesario para la ejecución de dichos simulacros.
También tiene encomendada la revisión periódica del PEEP, la contratación de un dron especializado, mantenimiento de catorce emisiones portátiles para comunicación Tetra y de la app, el mantenimiento de los vehículos oficiales para el uso del personal técnico dependiente del Servicio de Protección Civil de la Dirección General de Protección Ciudadana.
El Ayuntamiento y las empresas tienen confiado el mantenimiento del Centro de Coordinación de Actuación Municipal (CECOPAL) y del material básico de protección personal (filtros de máscaras) ante las emergencias que puedan provocar una nube tóxica; así como la calibración de tres detectores de gases polivalentes.
