Ofrecer un viaje a los conocedores de la historia de La Mancha, podría ser pretencioso si nos paramos a enumerar unos cuantos ejemplos de lo que nos ha dado la Historia y la Certeza de ser nosotras y nosotros mismos. Por eso, con el Patrocinio de Turismo Ciudad Real podemos hacernos eco y proponer un camino que pasa por lo más extraordinario y remoto de nuestra propia causa. Somos hijos y nietos de todos aquellos que descubrieron lo Santo en parajes y localizaciones irrepetibles. Además, las manos y el sudor de nuestras y nuestros antepasados, nos hacen herederos de un Patrimonio abrumador.
Vamos a dar las nociones de este posible Recorrido Mágico, Santo y Cultural, con varios encuentros geográficos y humanos que distan de ser los únicos o los posibles. Rogamos a las lectoras y lectores que indaguen en las páginas de la Diputación Provincial y Turismo Ciudad Real, para encontrar otros destinos iguales o mejores que los que, en nuestra humilde pretensión, les hacemos saber.
Anchuras de los Montes
Aunque nos acordemos de Anchuras por el Campo de Tiro de Cabañeros, ahora Parque Nacional, lo cierto es que esas llanuras formaban parte del hinterland de Sisapo y la Vía de la Plata, que conducía a León y a los Astures a través de los aledaños de Emérita Augusta. Pocos saben que Viriato comenzó sus victoriosas campañas contra los romanos en estas tierras que bañan el Guadiana y el Bullaque. Quien se arrodille ante una hoguera en estas latitudes obtendrá amores de íberos y romanos, lusitanos y celtíberos, sin preguntar por qué.
Nuestra Señora de la Sierra
Si el vino y el lagar tienen una diosa, esta es Flora, también conocida como Ceres, Deméter y Hera. Son distintos epítetos según transcurren los siglos, de Grecia a Roma y del Imperio a los Hispanos. La Gran Diosa Madre se cristianizó a lo largo de la Edad Media y se hizo Madre de Jesucristo. Así la siguen conmemorando en Villarrubia de los Ojos, lugar en el que su Divinidad de hace grande a través del río de la Creadora, nacido, después de un periplo subterráneo, en las misteriosas lagunas de sus alrededores. Quien rece en estos terruños no conocerá la sed.
Luciana
En latín quería decir “Reluce el Ana”, o sea, brilla el Guadiana, el gran río de la llanura manchega. En sus alrededores, fuentes y alamedas que hacen grande al Quijote. La Patrona de Piedrabuena es Santa María Egipcíaca, una advocación de la Virgen, o María Magdalena, o la Gran Madre Isis, que con su Niño Horus en brazos es el modelo y el ejemplo de Nuestra Santa Madre María.
Calatrava La Nueva
En el término municipal de Aldea del Rey, el Sacro Convento del Castillo de Calatrava La Nueva es un recordatorio de la Orden Militar de San Raimundo de Fitero y sus reconquistas en la Frontera Morisca que sería refrendada en Las Navas de Tolosa. En sus proximidades estaba el antiguo obispado visigodo de Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca, un extraordinario parque arqueológico de los íberos, romanos, godos y árabes en el que encontrar la paz del Evangelio católico, arriano y musulmán que forma parte de nuestra herencia genética.
Las Nieves y El Monte
La Patrona de la Orden de Calatrava es Nuestra Señora la Madre de Dios Santa María de Las Nieves de Almagro, que tiene su asiento en un Santuario que recuerda a Don Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz y Almirante de Castilla y Las Españas. Su Advocación realista es la Santísima Virgen María del Monte de Bolaños de Calatrava. Una auténtica aldea que tiene sus asientos nobiliarios en el Castillo del Altozano: es el lugar en el que nació San Fernando III de Castilla y León y donde, probablemente, se despidió de su madre Doña Berenguela. La Virgen de la Estrella en Miguelturra bendice y santifica las frutas de sartén y los carnavales que parecen contradecir sus cristiandades pero que sirven, principalmente, para reivindicarlas.
Nuestra Señora del Prado
En la capital, en el Prado de Ciudad Real, está la Santa Catedral Basílica de Santa María del Prado, que es donde la puso el rey Juan II al darle el nombre de subsede episcopal. Su señor obispo es el Prior de las Órdenes Militares de Santiago, Alcántara, Montesa y Calatrava. Su poderío emocional es inconcebible.
Las Cruces de Daimiel y otras Maravillas
Si nos vamos a Daimiel encontraremos las Cruces y su Santísima Madre, las carreras con la Divinidad a cuestas y los corros similares a los de otros enclaves. Nuestra Señora de Altagracia en Manzanares sigue siendo la más alta entre todas. La Virgen del Espino en Membrilla nos hará disfrutar del dulzor de sus melones insignes y la amistad de la población.
Santos y Santas del Señor
En Almodóvar del Campo se venera a Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, que hizo doctor a Juan de Ávila, uno de los más exquisitos literatos del Renacimiento y el Siglo de Oro. Primo y tío de Juan Bautista de la Concepción, que salvó junto a sus compañeros a miles de esclavos y presos del Islam, concitando la miel en lugar de la hiel.
La Orden del Sácer
En el año de Nuestro Señor de 1570, Alonso Rodríguez de Camargo, Presbítero de la Orden de Calatrava y Alcalde Mayor de Toledo, uniendo a dos cofradías existentes en la villa, una la de Santa Ana y la otra la de La Veracruz, fundó la Archicofradía de la Orden del Sacer con el objetivo de mantener hospitales en el Camino Real a Guadalupe y asistir a los peregrinos y necesitados.
Nuestra Señora de Gracia
Uno de los lugares más mágicos del mundo es, sin duda, La Virgen de Gracia de Puertollano. En medio del paso plano entre Calatrava y Alcudia, un puerto entre montañas que da fe de la veracidad del título de La Madre Santa, sepultando bajo sus santos pies los esqueletos de las víctimas de la Peste Bubónica, sigue apadrinando un Juramento Inviolable: El Santo Voto de Puertollano, la Comida de Acción de Gracias más antigua de Europa, que nos bendice a todos los lectores también desde Puertollano Magazine y Turismo Ciudad Real.