El Roscón de Reyes de mi vida

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Puertollano Magazine

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04Enero 2019
El Roscón de Reyes de mi vida
Estos días de Magia me acompaña el Roscón de Esther y Omí. Todo el sabor de Chocolat, con un ángel especial que se llama Joaquín.
Las Navidades tienen una conclusión muy dulce. Se trata del Roscón de Reyes. En Puertollano hay muy buenos productos, pero yo, por cercanía, cariño y extraordinaria calidad, me acerco siempre a Chocolat. Porque además de un espíritu muy especial, como era la abuela María, ahora tienen en el cielo la sonrisa inmortal de su hermano Joaquín. 

Y es que, aunando tradición y modernidad, nos encontramos auténticas creaciones para disfrutar al máximo. Cuando llega el final de las fiestas navideñas, no sólo los niños esperan con ilusión la llegada de los Magos de Oriente. A la ilusión por recibir regalos y culminar las celebraciones por todo lo alto, se suma el placer de la alta repostería. Niños, niñas y grandes tienen la oportunidad de disfrutar de estos círculos de alta pastelería para ir descubriendo, cada año como nueva, un hábito gastronómico que viene desde tiempos de Roma, pero que se mantiene y se renueva año tras año.

Los más reputados pasteleros de la provincia y la región se esfuerzan en ofrecer la máxima calidad. En Puertollano, la Pastelería Chocolat sostiene una tradición que se basa en la utilización de productos de primera categoría y un saber hacer que se remonta a los años cuarenta, cuando la familia llegó a Puertollano. Se trata de apostar por lo bueno. Ya he explicado que la abuela María nos aligeró las penas de la posguerra junto a nombres gloriosos como La Gabriela y los Molina. Con toda una generación extraordinaria como la que han mantenido la propia familia Aybar.  Me acuerdo de muchas deliciosas tardes en la de Felipe, que realmente se llamaba Marisa, y que pertenecía al padre de nuestra psicóloga de cabecera Ana María Molina. Pero no me olvido de la bollería Ema, ni de la de Cruz, o la Almagreña, cuyo entrañable recuerdo comparto con sus hijos y nietos, amigos queridos donde los haya.
 
Aunque el Roscón ha variado en cuanto a sus ingredientes, ahora también aumenta en sus especialidades. Se puede elegir cualquier tipo de relleno, así como los llamados viudos, que son exquisitos para mojar o acompañar con café, chocolate, vinos dulces o licores. En Chocolat de Puertollano se puede saborear también una especialidad que es toda una experiencia para el gusto. Se trata del Roscón Bombón, con cobertura de fondant crujiente y corazón de crema de chocolate, entre otras cosas.
 
Dentro del Roscón, los invitados encontrarán un haba, que significa que hay que pagar el dulce, así como figuritas de regalo, que servirán para que quienes las descubran sean coronados como los Reyes del Fin de la Navidad y el Comienzo del Año. El caso es que los huevos más frescos, la harina más fina, el perfume del agua de azahar y los aromas de las frutas escarchadas, a modo de gemas, nos harán sentirnos como auténticos monarcas de este verdadero comienzo del año. Feliz 2019.
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