Jacinta se va. Algunos la recordamos de los tiempos del Instituto Dámaso Alonso, siempre fue buena estudiante y un ejemplo. Hay grandes profesionales, científicos y artistas que salieron de la tierra rabanera. Ella misma ha sido alcaldesa, diputada provincial y dirigente de los socialistas a nivel local, provincial y regional.
Ahora cede el testigo en el consistorio y se vuelca con los suyos y sigue utilizando la imaginación y el trabajo incansable para adaptarse y crecer incluso en estos tiempos difíciles. Así se convierte en un ejemplo para todos los demás. Se va a trabajar en su empleo, ganado a pulso y a cuidar en privado de su familia y de si misma. De momento cierra la puerta a la política institucional, pero muchos creemos que solo la ha entornado por un tiempo.
Porque al mes de jurar el cargo de primera edil, ya se enfrentó a las denuncias constantes por cosas en las que poco podía hacer, pero que le amargarían la vida a cualquiera. Monroy Torrico es ejemplar en cuanto a participación y también en cuanto a responsabilidad.
Ahí queda lo que ha hecho, tras suceder al Capitán Calso. Casi toda la población pertenece a peñas. El corazón volcánico y fecundo de esta ciudad ilustre ha dado mujeres y hombres de valía reconocida internacionalmente, y espíritus artísticos, científicos y de superación que sirven para que los demás deseen emularles.
Ahora se marcha con toda la prudencia y más distancia, pero con el calor humano de sus gentes, los niños y jóvenes a los que ha cuidado. Seguro que con la nostalgia de los Mayores, a quienes ha defendido con todas sus fuerzas. Salud y suerte. Quienes hemos trabajado contigo sabemos de tu valía, tu energía y tu capacidad. Con el paso firma de tus taconazos y tu simpatía, no siempre comprendida por quienes no saben las veces que te has tenido que morder la lengua y la dignidad con que has investido a tu pueblo y tu provincia.
Suerte, Jacinta. A las grandes mujeres el tiempo las pone en el altar donde están las féminas a las que has defendido y representado con tanto esfuerzo. Ahora, a trabajar y vivir. Sabemos que seguimos contando contigo.