Un Voto renovado para sobrevivir

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Puertollano Magazine

Ecoembes

03Abril 2020
Un Voto renovado para sobrevivir
Hay que renovar el Santo Voto una vez más, independientemente de las creencias o el agnosticismo que cada cual tenga en su cerebro. La fe se tiene que poner en las personas y la superación de esta pandemia depende de una conjunción de fuerzas humanas, naturales, técnicas y (¿quién sabe?) del más allá. Desde Puertollano Magazine queremos proponer un nuevo juramento sagrado a falta de un mes para que tenga lugar la fecha de la ancestral comida de Acción de Gracias que debería producirse el próximo 28 de mayo. Si pudimos con la Peste Negra, podremos con este virus terrible.
La pandemia de 1348 destruyó, se piensa, entre la mitad y los tres quintos de la población mundial. Europa, Asia y África fueron devastadas. A América llegaron algunas de las sucesivas oleadas, aunque su virulencia estaba atenuada por los anticuerpos de los conquistadores. Puertollano, que era un municipio considerable, se encomendó a la Virgen María llena de Gracia para salvarse después de una oleada que exterminó a más de un tercio de la población. La intercesión de la Madre de Dios, el fin del exterminio de los gatos y la resistencia de las trece familias más fuertes del enclave, que se inmunizaron tras superar la pestilencia, consiguieron que no se volviera a sufrir la plaga.

En el puerto llano, que se abre entre las sierras de Almodóvar y de Calatrava, custodiado por los montes de San Sebastián y Santa Ana, antiguos monumentos naturales dedicados a dioses ancestrales que se cristianizaron convenientemente siglos antes, se enterraron a las víctimas de la horrorosa enfermedad y se construyó o amplió una ermita dedicada a la Visitación y Desposorios de Santa María de Gracia. Con esta decisión hicieron que nadie quisiera franquear la entrada a lo que ahora es el casco urbano. Fue un confinamiento en toda regla.

Esta sucesión de acontecimientos y la intercesión divina, hicieron que se cumpliera la cuarentena y comenzase el amor fraterno y también el más pecaminoso: ésta es la única manera de que se repoblara el terreno damnificado por la muerte y sus dolorosas secuelas. Para agradecer la salvación se invitó a comer a cuanto pobre, transeúnte o visitante pasara por aquí en la Octava de la Ascensión. Y así lo hemos seguido haciendo durante centurias, sin que se haya dejado de ofrecer año tras año, aunque éste podría ser la excepción, como ha ocurrido en tiempos bélicos o de hambruna. Esto ha sucedido, hay que recordarlo, muy pocas veces. Se pueden contar con los dedos de la mano.

Es indudable que ahora atravesamos por una situación similar, aunque contemos con una tecnología y una medicina que pueden salvar más vidas. Pero a la hora de la verdad tenemos la misma ignorancia, las mismas dudas, idéntica falta de conocimientos y preparación, porque nadie está prevenido contra estas cosas que la Madre Naturaleza se inventa de vez en cuando para poner a prueba la supervivencia de sus criaturas. Hay que renovar el voto, es de cajón.
A los ángeles y a los santos ya los tenemos al lado. Son las personas del sistema sanitario, empezando por el personal médico y de enfermería. Por el cuerpo de auxiliares, profesionales de ambulancias, limpiadoras, celadores y mantenimiento. Cuando les llamamos héroes nos quedamos cortos. Y también hay que aplaudir a la Policía, el Ejército, la Guardia Civil, la Policía Local, Bomberos y Protección Civil. No olvidaremos jamás a las trabajadoras y trabajadores que cumplen los servicios esenciales: comunicadores, telecos, operarios de fábricas indispensables, vendedores, farmacéuticos y estanqueros.

Cuando vemos al servicio municipal de limpieza, más los funcionarios y funcionarias que coordinan los asuntos imprescindibles en el Ayuntamiento y la Diputación Provincial, nos tenemos que sobreponer a la sensación de impotencia y de que no podemos ayudarles como desearíamos. Claro que son los súpermanes de esta coyuntura tan adversa.

No vamos a hablar de los villanos, que también están poniendo palos en las ruedas de un engranaje para el que nadie tiene soluciones definitivas, ni de los que se aprovechan en su propio beneficio económico de la desesperación universal, ni de los que se saltan la cuarentena porque son más chulos que nadie. Puertollano Magazine siempre quiere hablar bien. Queremos exultar de esperanza, de resistencia, de superación, de convivencia y de respeto.

Porque también hay que dar un aplauso mental y físico a todas las vecinas y vecinos que están en su casa, sin salir más que para comprar comida y artículos que necesitan, que están sin trabajar, que han perdido su empleo o que podrían perderlo próximamente. Estamos aprendiendo que el Covid-19 es algo más que un virus neumónico mortífero contra el que no tenemos armas suficientes. Los supervivientes tendrán que comenzar de nuevo y ser generosos.

Nosotras y nosotros, hombres y mujeres de Puertollano, su hermosa comarca y la increíble provincia de Ciudad Real, hacemos un Solemne Voto a la Virgen, a la Humanidad, a Pasteur o a quien haga falta. Prometemos ser mejores, ayudarnos más y hacer la mayor cantidad de ollas de carne con patatas que haya visto el mundo en cuanto podamos estar juntos de nuevo. Buen vino y pan bendito que nos haga entrar en razón de lo poquito que somos en el Cosmos y lo importantes que tenemos que ser para la Madre Tierra.
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